Aceite de Coco Orgánico

El aceite de coco aporta ácidos grasos de cadena media que el hígado convierte inmediatamente en fuente de energía. Una cucharada al día estimula la actividad cerebral, contribuye a mejorar la memoria y a prevenir la enfermedad de Alzheimer. Además, su consumo aumenta nuestro metabolismo que nos ayuda a perder peso, y no solo peso, también nos ayuda a perder grasa.

El aceite de coco es entre los pocos aceites que contienen ácidos grasos de cadena corta (TCM) y media (MCFA). Al contrario que el resto de las grasas, que se almacenan en las celulas del cuerpo, las grasas del coco no necesitan ni enzimas pancreáticas ni bilis para su digestión. Se envian directamente al hígado, donde se convierten inmediatamente en una fuente de energía, en vez de quedar almacenados como grasa en el cuerpo.

Beneficios

• Acelera nuestro sistema metabólico, convirtiendo su grasa en una fuente de energía intantánea. Lo ideal para quien quiera adelgazar comiendo sabroso.
• Rico en ácido laúrico que es presente en cantidades superiores solo en la leche materna y que tiene  propiedades antivíricas.
• Es un excelente aceite para cocinar, puesto que no se oxida al calentarlo. 
• Protege la piel de los rayos ultravioleta.
• Ayuda a que fortalecer el cabello para evitar se quiebre.
• Elimina hongos, bacterias y virus patógenos de nuestro organismo.
• Mejora la función cerebral, beneficiando a pacientes con Alzheimer.

Modo de Consumo

El Aceite de Coco no es un medicamento, sino un alimento natural. Por lo tanto, puede usarse sin temor en la cocina como ingrediente habitual en lugar de cualquier otra grasa como la mantequilla o los distintos aceites vegetales. Cuando se usa el Aceite de Coco como parte de una terapia para combatir una enfermedad, suelen recomendarse dosis concretas de este alimento. Por ejemplo, muchos cardiólogos recomiendan tomar unas tres cucharadas diarias de Aceite de Coco para prevenir enfermedades cardiovasculares.